domingo, 11 de noviembre de 2012


Los cosméticos y el medio ambiente

Un estudio realizado por científicos de Ohio revela que las nanopartículas que se añade en la actualidad a los cosméticos, cremas, y cientos de otros productos para el cuidado personal, pueden ser perjudiciales para el medio ambiente al afectar negativamente a bacterias que son necesarias para la vida.

El estudio, realizado por Cyndee Gruden y Olga Mileyeva-Biebesheimer se centró en el nano-dióxido de titanio (TiO2 nano), partícula microscópica que se usa para bloquear la luz ultravioleta de luz del sol. Cientos de productos utilizan estas partículas. 

Pues bien, el experimento consistió en el típico del “canario en la mina”. Es decir, probar la reacción de seres o moléculas vivas y su reacción a ciertos agentes. En el caso que nos ocupa, se estudió la supervivencia de la bacteria Escherichia coli (E. coli) ante la exposición de nanopartículas de TiO2. Se registraron entonces grandes reducciones en la supervivencia de las muestras. 

Las conclusiones abren la puerta a futuras investigaciones, incluyendo estudios para determinar si los mismos efectos se producen en el medio natural. Y es que, tal y como explicó Gruden, estas partículas supuestamente contaminantes acaban en el medio ambiente: al ducharnos tras un día de playa y sol, van a parar al desagüe del hogar, y terminan luego en las plantas de tratamiento de aguas residuales municipales. A partir de ahí, pueden entrar en los lagos, ríos y otras fuentes de agua, donde microorganismos como la bacteria estudiada realizan labores esenciales en elmantenimiento de un medio ambiente sano. 

El informe es uno de las casi dos docenas de documentos presentados en la 237 Reunión Nacional de la American Chemical Society, donde los científicos intentan comprender los efectos que la nanotecnología tiene en el medio ambiente y la salud humana. Otro estudio, realizado por científocs de Utah, desarrolló un biosensor que parpadea al detectar nanopoartículas, herramienta útil para proteger la Pseudomonas putida (P. putida), un microbio que es beneficioso para el suelo, y que, por lo visto, se ve afectado por la plata, el cobre y el óxido de las nanopartículas de óxido de zinc. 

Según Gruden, el consumidor es en última instancia responsable de la comprensión de los riesgos de los productos de consumo. Yo personalmente no estoy de acuerdo, puesto que considero que son los gobiernos y las autoridades las que deben garantizar tanto nuestra salud como la del medio ambiente, pero bueno. Que para ello hace falta el apoyo de la ciencia, me parece fuera de toda duda. 

Al valorar las expectativas de la nanotecnología, el científico aseguró que, “hasta la fecha”, sus beneficios son superiores a los riesgos asociados a su liberación en el medio ambiente. La verdad, el “hasta la fecha” no me parece buen augurio. Esperemos que no se den cuenta demasiado tarde… Este estudio es un buen toque de atención. 

Entonces, ¿Cuál sería la solución? Obviamente la creación de cosméticos ecológicos. 

¿Por qué? 

En México, el cuidado de la belleza representa un mercado muy importante. En especial, las mujeres son las que invierten mayores cantidades de dinero inyectando liquidez a la economía mexicana. Una importante muestra de la fuerza de este mercado es la existencia de unos 87 mil salones de belleza sólo en el país, y ellos son los principales centros de consumo de este tipo de productos. 

Sin embargo, hoy se ha comprobado que los productos cosméticos convencionales contienen sustancias peligrosas que pueden causar alteraciones en las embarazadas -tales como partos prematuros y malformaciones-, además de enfermedades como cáncer y asma. Esta información ha provocado la preocupación de los consumidores. 

Otro factor que hace un tiempo juega en contra de la imagen de los cosméticos convencionales es que muchos cosméticos son probados en animales. Dicha situación genera el rechazo de diversos grupos de tendencia ecológica, que cada día cobran más voz en el entorno actual. 

Ante este escenario, la cosmética ecológica ha surgido como la respuesta y hoy es una tendencia que cada año pisa más fuerte, ostentando un crecimiento anual de 20%. 

Así como el mundo de la moda se ha adaptado a los tiempos, desarrollando la eco-moda, la industria cosmética se suma a ella y se hace verde. Es muestra de que lo “natural” está de moda, y las marcas comienzan a lanzar líneas verdes de productos con la intención de captar a aquellos que prefieren la alternativa ecológica antes que otros productos un tanto más agresivos. 

Éste es un interesante nicho para invertir en un negocio y cuidar la piel y el medio ambiente al mismo tiempo. 

                                           ¿Cómo?
La idea de este tipo de negocio es instalar una tienda especializada en comercializar todo tipo de cosméticos ecológicos. Tu tienda puede ser en un establecimiento físico, para lo cual necesitarás un local alquilado o propio, o también puede funcionar como una tienda digital en Internet. Debes saber que para este tipo de negocio, el formato de tienda online funciona muy bien; por supuesto que, debe ser apoyado por un excelente servicio de entrega a domicilio. 
Recuerda que para todo tipo de empresas, la relación con el cliente y su confianza son vitales. En este negocio el nicho es muy exigente, por lo que atraer y hacer que los clientes sean fieles es una tarea mucho más difícil. Para conseguirlo, deberás poner mucha atención en la correcta certificación de tus productos y reforzar tus acciones de marketing en ese punto. 

Sobre los productos, lo primero es diferenciar el cosmético natural del cosmético ecológico, ya que mucha gente confunde con facilidad ambos términos. El cosmético natural contiene productos naturales obtenidos mediante métodos de agricultura convencional. En el producto ecológico el producto se obtiene mediante agricultura ecológica, libre de pesticidas, y siguiendo normas de actuación que protegen el medio ambiente. 

El siguiente paso es saber reconocer cuando un producto es ecológico y cuándo no. En Europa, la forma más sencilla para saber identificarlos es buscar en el envase el sello Ecocert, la principal entidad del continente emisora del certificado de productos ecológicos. Cuando lo encuentres, sabrás que estás ante un producto que te merece el 100% de confianza. Si el producto proviene de USA, tendrás que buscar la etiqueta USDA y si proviene del Reino Unido deberás buscar el sello de la Soil Association. 


El llevar una de estas tres etiquetas implica que el producto tiene al menos el 10% de sus ingredientes obtenido con agricultura biológica, y el 90% de sus componentes tiene origen natural. Ejemplo de éxito en España: My Sweet Bio.



Equipo #3 
Andrés Amado Pérez García
Lesslie Espinoza Bernal
Adriana Berenice Morán Garza
Cindy Alejandra Rosales Contreras

No hay comentarios:

Publicar un comentario