domingo, 26 de agosto de 2012

No uses una estaca de madera, tan sólo desconecta

Dibujo por: Andrea M. González Bernal



Primero formamos nuestros hábitos, luego nuestros hábitos nos forman a nosotros

- J. Dryden

            Hoy en día los vampiros que atacaban las pequeñas aldeas en las terroríficas historias de la antigüedad siguen asechándonos,  pero ya no son precisamente criaturas mitológicas sino una realidad de la vida cotidiana que nos amenaza día con día para destruir a nuestro planeta.

            Los aparatos electrónicos en los hogares son nuestros vampiros del presente, estos se escabullen silenciosamente para tomar la corriente eléctrica, que es parte importante para el uso de nuestros hogares; como la televisión, el DVD, la computadora, los teléfonos eléctricos, cargadores y, demás aparatos que consumen energía son llamados vampiros electrónicos, ya que a pesar de estar apagados siguen consumiendo energía eléctrica provocando así  no solo un considerable aumento en nuestra factura, sino también causando un gran daño al medio ambiente debido a las emisiones de dióxido de carbono que son las causantes de los cambios climáticos que ahora atormentan a toda  la población o bien al planeta entero.

            La aparentemente grandiosa creación del sistema “stand by”, es la razón por la cual nuestros hogares se encuentran plagados de estos vampiros electrónicos, donde su función es la comodidad de la humanidad, pero de igual manera es ganarse un enemigo más que debemos combatir para proteger a nuestro medio ambiente.

Tal vez en alguna ocasión anterior, por alguna circunstancia experimentamos la ausencia del servicio de energía eléctrica y nos dimos cuenta lo importante que es para el funcionamiento de muchos de los aparatos eléctricos que hoy nos brindan cuidados, diversión y comodidades. Que hacer sin la televisión o la computadora, sin iluminación durante la noche, o sin el refrigerador, la lavadora o el clima. No cabe duda, dependemos del uso de la electricidad para realizar gran parte de las actividades que realizamos diariamente de manera cotidiana.

Nos resulta sencillo accionar un switch para usar libremente la electricidad, la sacudida viene unas semanas después cuando llega el recibo para pagar el consumo, que puede ser de cientos o miles de peso, dependiendo de algunos aspectos clave:

v  Que tantos aparatos eléctricos tenemos funcionando en nuestro hogar,

v  El tiempo que dura su funcionamiento,

v  La eficiencia, calidad  y tipo de los aparatos, e incluso su antigüedad,

v  El mantenimiento e innovación de las instalaciones eléctricas en casa y

v  de los cuidadosos que somos como consumidores.

Una televisión de 42 pulgadas que indica por medio de una etiqueta el consumo diario de energía que esta ocupa, en caso de que este en uso, solo 5 hrs al día  se utilizan 320 k/w y en modo “stand by” por 19 hrs. utiliza 3,8 k/w de energía diarios, aumentando desde un 5% o hasta un 20% la factura del servicio de electricidad, dependiendo el número de aparatos electrónicos en casa, solo por el hecho de mantener enchufados algunos aparatos del uso diario, aunque no se estén utilizando.

El uso racional de la corriente eléctrica va más allá de los gastos que implica de manera personal, que ya con eso resulta de importancia, pues otro aspecto, es el impacto ambiental que se produce, cuando no somos consciente de los que le cuesta al planeta la producción de este valioso recurso, que desperdiciamos, día tras día de diversas formas. Por ejemplo, las centrales termoeléctricas utilizan combustibles fósiles como la base de su funcionamiento para la generación de electricidad y libera grandes cantidades de gases contaminantes entre ellos el bióxido de carbono (CO2), que es un gas de invernadero, pues contribuye al calentamiento global del planeta y las consecuencias preocupantes que hoy nos aquejan, como el cambio climático.

La voracidad con la que agotamos los recursos del planeta, recorta nuestro tiempo de acción en busca de medidas de corrección, actuamos sin pensar en las consecuencias y no podemos dejar que las situación, que ya es preocupante, nos rebase aún más, hagamos algo al respecto, iniciando con nuestro propio hogar.

¡Cómo gastamos tanta energía eléctrica!, es una expresión que quizá escucharon alguna vez, ¿Qué tal si nos planteamos desde el momento en que recibimos el flujo de corriente a nuestro domicilio? Observemos lo que pasa, debemos ser consumidores responsables.

  • Si desconectamos todos los aparatos eléctricos de nuestra casa y el medidor de electricidad continua marcando que hay consumo, definitivamente las instalaciones eléctricas deben ser revisadas y reemplazadas o innovadas, o si es necesario darles el debido mantenimiento.
  • Si conectamos ahora los aparatos, aunque estén apagados, encontraremos que aun así consumen energía, por lo que si no se usan lo correcto es desconectarlos.
  • Si nuestra vivienda no tiene suficientes contactos o conexiones, somos muy dados a usar múltiples extensiones, incluso empalmadas, rebasando capacidad y sobrecalentado el sistema, lo que incrementa el desperdicio de energía y el riesgo de un corto circuito.
  • La falta de información, capacitación  o consciencia sobre esta problemática o incluso la propia apatía al respecto nos lleva a dejar aparatos, cargadores y reguladores funcionando, sin utilizarlos, lo que resulta lamentable.
  • Pensar en el diseño, color, iluminación y aislantes que se pueden usar en casa, para darle un uso racional y justificado a los climas y calentadores, entre otros aparatos eléctricos.
  • Llevar registro del consumo de energía al ritmo en que se tomen medidas para su cuidado, a fin de motivar y fortalecer esta conducta comprometida con nuestra economía y la ecología del planeta.

           

Actividades sugeridas

ü  Registra paso a paso durante un día (desde que te levantas), todas las actividades que realizas y requieres usar electricidad, de alguna manera.

ü  Realiza un conteo de los aparatos eléctricos en tu hogar y clasifícalos en:

- Indispensable: Son vitales para el funcionamiento del hogar.

-Útiles pero no necesarios: Nos brindan un servicio, pero se puede reducir su uso notablemente

-Prescindibles: no pasa nada si no se usan.

ü  Identifica aquellos aparatos, de los cuáles tenemos en casa varios, y elabora un plan para reducir su cantidad, coordinándose para usar solo uno.

Ejemplo. Una familia donde hay una televisión para cada integrante de la misma.

Por algo se inicia y para ayudar a salvar a nuestro planeta es indispensable que comencemos por nuestro hogar. Es una buena idea hablar con toda la familia y concientizarlos acerca de este tema, elegir un punto a investigar, para estar mejor informados y así tomar mejores medidas.

En conclusión hay que entender que esta clase de vampiros no se elimina con ajo, agua bendita o estacas de madera, son vampiros modernos, por lo tanto la única forma de acabar con ellos es desconectarlos de la red eléctrica. Sus brillantes ojos en algunos aparatos eléctricos los delataran en seguida, no es muy difícil encontrarlos. ¡Es nuestra responsabilidad terminar con esta amenaza!

Equipo # 5

Lorena Quilantán García
Abigail Hernández Martínez
Jacqueline Ortiz Vázquez
Andrea M. González Bernal
Elena G. Mendoza Guevara
Juana Sánchez Guerra
Selene Rodríguez Ramos
Valeria Licea Sánchez

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